Cyrille Borgnet

Cyrille Borgnet ofrece un uso muy especial del hormigón.

Su trabajo se desarrolla en torno al tratamiento de materiales que se pueden calificar como industriales, urbanos (hormigón, betún). Los utiliza sobre un soporte tradicional (lienzo de lino sobre un marco) y en las denominadas composiciones "naturales" (paisajes). Juega con estas aparentes oposiciones para mezclar material y transparencia, aspereza y sofisticación. En sus formatos muy grandes, el hormigón (o cemento) no se cepilla ni se alisa, sino que se mezcla con pigmentos naturales de color, óxido, grafito.

Paisajes abstractos, hechos de líneas de horizonte o espacios borrosos. Paisajes urbanos, intenta devolvernos toda la poesía brutal que las murallas abandonadas, dejadas en ruinas, pueden evocar.

Los paisajes acuáticos son una serie resultante de la observación detallada de los Nenúfares por Claude Monet (en su versión final de 1917). Sus aguas son transparentes e iridiscentes con grafito, el pan de oro en el corazón del hormigón. Los paisajes terrestres, de óxido polvoriento, mate y sensible, hacen flotar el horizonte bajo un cielo de cemento frío y brillante.

Y en estas últimas creaciones, paisajes urbanos, hechos de energía y materia espesa, deja estallar la luz de un sol oxidado y revela una vegetación nutrida de ácido clorhídrico. Todas sus obras, llevadas por el hormigón, su fuerza, su relieve, su resistencia sugieren la culpa, el accidente, la grieta que abre la mirada y lleva la imaginación.

Cyrille Borgnet nació en 1966, después de haber seguido la Escuela de Bellas Artes de Nantes, se instaló en la región de París. Actualmente vive y trabaja en Burdeos.