Francis Glénat

Francis Glénat nació en París en 1950. Desde retratos expresionistas de jazz hasta naturalezas muertas a menudo oníricas, la pintura de Francis Glénat pasa de la figuración pura a la abstracción parcial y experimenta con técnicas particulares sobre el material para definir gradualmente un estilo. Vuelto hoy hacia la abstracción pura, el artista quiere ser más artista plástico que pintor. Exploración de pigmentos, pastas de mantequilla, gamas ocres y diluidas, superficies lisas, rayadas, incisas por gestos rápidos y espontáneos caracterizan su modo de expresión. Una necesidad personal de expresar los propios estados de ánimo en el mismo espacio y en un proceso de composición abstracta. El deseo de imprimir en cada pasaje contradicciones de ligereza o pesadez. Su pintura a veces evoca paredes antiguas, paredes que han sufrido las escrituras y las garras del tiempo. Grafías profundas que emergen y se incrustan en un proceso. Siempre tratado como una superficie resonante, el lienzo se convierte en roca, grabado, táctil, mineral. Esta investigación contemplativa sobre la materia despierta emoción poética y reflexión sobre la textura de las cosas.