Jerzy Moscicki

Nacido en 1954 en Polonia. Establecido en Francia en 1981, seleccionado y premiado en los Grandes Premios Internacionales, se ha dedicado exclusivamente a la pintura desde 1990.

Sus pinturas, trabajadas al óleo, pastel y acuarela, reflejan su interés por estudiar la relación entre luz y color.

Pintor residente en el Centre Scolaire Jean Baptiste de la Salle de Lyon, enseña técnicas de pintura.

En 2009, creó "ATELIER ESPACE PASTEL" destinado a promover y enseñar el pastel a una gran audiencia.

Primer premio de La Société des Pastellistes de France en 2014, en 2015 participó en el primer Festival Internacional de Pastel en Suzhou, China.

En 2016, expuso en la 2da Bienal Internacional de Pastel en la Galería de Arte Ming en Suzhou. Sus pinturas forman parte de las colecciones del Museo Pastel en China.

Invitado habitualmente por Les Pastellistes de France, en 2018 ganó el “Premio Favorito del Jurado” en el XVIII Festival Internacional de Pastel de Feytiat (87).

En 2019 fue nombrado Master Pastellist por la Société des Pastellistes de France y galardonado con el Richeson Pastel BRONZE Award en el concurso de los 100 mejores pasteles del mundo según la revista estadounidense PASTEL JOURNAL.

"Por mi estilo, sigo la tradición de los pintores de claroscuro: antes de ver el color, miro la luz. Me atrae esta particular relación entre la luz y el color que pasa por la sombra. La sombra, que considero una especie de "sin color", causa un efecto dramático en nuestro ojo: parte de lo que estamos mirando desaparece si la luz no lo alcanza, eso es lo que hacemos. Llamémoslo claroscuro. Un objeto iluminado por todos lados nos parece plano , como una historia cuyo final conocemos. En cambio, si la sombra oculta parte de ella, nos decimos la parte invisible: el objeto se vuelve misterioso, cobra vida ...

A través de cientos de cuadros, óleos, pasteles y acuarelas he contado la historia de los objetos, siempre en la convención realista del claroscuro, tan apreciada por los coleccionistas. Me enseñó la profesión de pintor.

Hoy pienso en evolucionar hacia la personalización de mi aventura con los objetos. La convención realista del claroscuro ya no me basta. Me di cuenta de que con demasiada frecuencia los objetos dependían de una conexión anecdótica dictada por la verosimilitud. ¿No tendrían todavía otras razones para existir? Es esta “otra razón” la que busco en mi nueva aproximación a los objetos pasando del realismo convencional al realismo emocional: los motivos de mis viejos bodegones se vuelven autónomos para vivir una aventura dictada solo por la luz, el color y un entorno. que yo llamo "nuevo look". Empiezo pintando un objeto tal cual pero en un gran formato, lo que le da una nueva presencia, una fuerza que me obliga, en un momento, a liberarlo de viejas convenciones ...

Este cambio a veces me haría caer en la abstracción, pero la presencia de objetos está ahí para recordarme que el color, para mí, no puede funcionar por sí solo sin convertirse en una banalidad ... "