Gauthier Genet

Desde el encuentro con su modelo, base inmutable de su proceso artístico, Gauthier Genet transforma el desnudo. La sesión fotográfica, en claroscuro, abstrae el cuerpo por primera vez. La variación sobre el lienzo pone fin a esta explosión: el artista esculpe y aplana las formas trazadas por la oposición entre la sombra y la luz. El minimalismo del lenguaje formal, el rechazo a cualquier sobreoferta cromática, demuestra el sesgo del artista: el de erotizar el desnudo haciéndolo desaparecer en la imagen. El resultado es un proceso de lo transitivo y lo iterativo que forman un lenguaje formal impulsado por la sensualidad de una línea infinitamente refinada.