Philippe Geluck

Y si en el reino del humor negro, el rey fuera un Gato, un rey capaz de reírse de cualquier cosa. Nacido en 1954 en Bruselas, el artista proteiforme Philippe Geluck creció en una familia rodeada de arte. Su padre es dibujante, su madre, soprano, y muy joven visita los museos junto a ellos y se familiariza con Sempé, Chaval o el periódico satírico Hara-Kiri. En 1972 se incorpora al INSAS (Instituto Nacional Superior de Artes del Espectáculo), pero ya un año antes, el joven Geluck se hace notar. Ya dibuja y crea con su hermano diseñador gráfico un periódico en la pared del baño. Un lugar más propicio para la comunicación de lo que nos imaginamos, su obra es descubierta de esta manera y el editor en jefe del periódico humorístico L'œuf oye hablar de él y le prpone dibujar en su revista. A partir de ahí sigue una multitud de oportunidades. En 1972, Geluck expone en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas durante el evento "La Venus de Milo o los peligros de la celebridad", sus obras se codean con las de Man Ray o Dalí.

La galería Maya también cayó bajo el hechizo del artista y le ofreció su primera exposición individual en 1976.

Philipe Geluck es también un hombre de teatro. Aparece regularmente en escena, alternando el dibujo con la actuación. Finalmente consiguió el codiciado papel haciendo una audición para el papel de un amigo, y lo interpretó por primera vez en el Théâtre National.

A los 26 años, Philipe Geluck ya tenía una vida ajetreada, pero fue en 1980 cuando ésta dio un giro decisivo. Se anunciaba su boda con Dany, y el dibujante tuvo la idea de insertar en sus anuncios a un gracioso gato y a su esposa para simbolizar a los dos jóvenes esposos. La idea fue bien acogida, y en 1983, a petición de Luc Honorez, periodista de Le Soir, Geluck hizo dibujos de su nueva musa. Había nacido el Gato, larga vida al Gato.

El animal se convirtió rápidamente en la mascota de este diario y mucho más allá. Le tocó a la revista «A Suivre» solicitar los servicios y la presencia del Gato en sus páginas, antes de que tuviera su propia edición. En 1986 se publicó el primer cómic dedicado íntegramente al Gato. Fue un éxito rotundo y Bélgica encontró su icono moderno. 

Phillipe Geluck nunca abandonó los escenarios, y a partir de 1990 incluso fue invitado a trabajar en televisión con Laurent Ruquier en «On n'est pas couché», así como con Michel Drucker. Diez años más tarde, el felino entró definitivamente en las grandes ligas con «Le Chat s'expose», la primera exposición que lo presenta en su totalidad, y en el Beaux-Arts de París, que abrió sus puertas al cómic para la ocasión. En julio de 2022, la exposición «Le Chat déambule» hizo escala en Mónaco, con veinte estatuas monumentales presentadas en el paseo marítimo por Philippe Geluck. 

Por último, cabe recordar la importancia de artistas satíricos y políticos de la talla de Philippe Geluck, que con sus dibujos y caricaturas liberan la palabra y difunden el humor.