Emma Konc

Mi enfoque artístico ha cambiado enormemente en los últimos meses. Esta capacidad de cuestionamiento es, en mi opinión, el poder de esta profesión: la progresión, el cambio radical de punto de vista. El proceso creativo es tan intenso y misterioso. ¿Cómo un bloqueo de varios meses puede dar lugar a un periodo creativo tan fructífero y tan diferente al anterior? La inspiración que cuando era más joven pensaba que era inmediata es en realidad fruto de varios meses de reflexión consciente e inconsciente, de recuerdos, de imágenes. Mucha técnica, todos estos lienzos insípidos, ocultos, para dar un solo lienzo gratificante.

Este progreso perpetuo y tangible me permite tener una meta en la vida: saber lo que seré capaz de hacer más adelante. Pero cuando miro hacia atrás en mi trabajo realizado hace unos meses, lo miro con incomprensión: ¿qué orgullo me empujó a darlo a conocer al mundo?

Hoy, es esta precariedad del espíritu, de la vida, lo que me inspira. Las formas son flexibles, como si estuvieran en movimiento. Las obras están pintadas en el reverso de viejos lienzos que hoy en día encuentro poco interesantes. Este nuevo uso multiplica las posibilidades. ¡No puedo esperar a ver qué me depara el futuro!