Portugal
• 1889
- 1946
Biografía
Además de sus actividades como investigador científico y médico, Abel Salazar fue también pintor, escultor, grabador en cobre, ensayista y crítico de arte. La obra del artista portugués precedió al movimiento neorrealista en la pintura portuguesa. Muchas de sus obras representan retratos y paisajes, pero también disfrutaba explorando las complejidades de la figura femenina. Hoy en día, las obras de Salazar forman parte de numerosas colecciones públicas y privadas, entre ellas el Museo Nacional Soares dos Reis, la Casa Museo Dr. Anastácio Gonçalves y el Museo de Arte Contemporáneo.
Abel de Lima Salazar nació en 1889 en Guimarães, Portugal. En la escuela, inspirado por los movimientos políticos del país, publicó con sus amigos el periódico escolar republicano. En él no sólo expresó sus opiniones sobre la ideología republicana, sino que también publicó sus dibujos, incluidas caricaturas de profesores y amigos. Licenciado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Oporto con honores de primera clase, Salazar fundó posteriormente el Departamento de Histología y Embriología, todavía activo, del que llegó a ser profesor.
Abel Salazar publicó numerosos ensayos documentando su investigación médica, los cuales fueron difundidos a nivel mundial, valiéndole reconocimiento internacional. Desafortunadamente, después de años de duro trabajo bajo presión, sufrió una crisis nerviosa y tuvo que parar durante cuatro años. Luego dedicó su pasión artística a la creación de paisajes, retratos, murales, dibujos, acuarelas y grabados en cobre.
En su abundante obra se percibe claramente el espíritu humanista de Salazar y su gusto por la experimentación. Particularmente apegado a la representación de la mujer, retrata su vida cotidiana y su trabajo. Con un realismo exuberante y una expresividad de línea y luz, su obra expresaba una profunda alegría e intimidad. Abel Salazar ha publicado investigaciones sobre las teorías mecanicistas de E. Krestschner en una obra titulada (1940).
Con el cambio de clima político y el ascenso del fascismo, fue expulsado de la docencia universitaria por "...". Sin embargo, esto no le impidió expresar sus opiniones antifascistas y sus ideales democráticos. Salazar publicó ensayos sobre la filosofía de las religiones y las ciencias en varios libros, periódicos y revistas, entre ellos Seara Nova, Esfera, O Diabo, O Trabalho y Sol Nascente.
Cuando Abel Salazar murió repentinamente en Lisboa en 1946, miles de personas acudieron a presentarle sus respetos. Diez ciudadanos comunes cargaron su ataúd y, tras unos pasos, dejaron que otra persona continuara. La dictadura intentó varias veces desviar la procesión e incluso detuvo a varias personas. Este científico, artista y escritor es una de las figuras más destacadas de la historia portuguesa.
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