Levalet

En las calles del distrito 13 de París, pueden aparecer personajes curiosos en cada cruce. Casi nos engañarían sus aspectos realistas y sus situaciones divertidas. Estas siluetas pertenecen al universo street art de Levalet, cuyo verdadero nombre es Charles Leval. Nacido en 1988 en Epinal, Levalet crece en Guadalupe antes de regresar a Metrópolis a la edad de 17 años. A los 13 años comienza a pintar en la isla, de una pared a otra, pero es a su regreso cuando estudia arte en las Bellas Artes de Estrasburgo. El teatro, el audiovisual, la fotografía, la escultura y la pintura le atraen e inspiran tanto, pero es hacia las artes plásticas que decide enfocarse y pasa la agregación. Con tinta china aplicada sobre papel Kraft, desarrolla una serie de personajes que pegará y escenificará en las paredes de París. Entre poesía y parodia, los retratos que dibuja tienen una estética propia. Siempre animado por las artes escénicas vivas, el teatro, el mimo, el cine, Levalet recurrirá a sus códigos gráficos y sus referencias para reutilizarlos en las artes plásticas. Formará una compañía de actores ficticios en la calle que actuarán con los transeúntes con sus gestos o las historias que evocan. No tan imaginarios como eso, los héroes hiperrealistas de Levalet cobran vida a partir de fotografías de familiares o incluso autorretratos del artista. Se reproducen en collages a escala, lo que contribuye a la sensación de ilusión óptica deseado por el artista callejero. De esta forma, las figuras de Levalet pueden interactuar tanto con sus públicos como con su contexto. Un diálogo que se desarrolla en tres niveles, el del dibujo, de la arquitectura y del caminante. La libertad que le ofrece la capital parisina, tanto en términos de mobiliario urbano como en términos de su política, el ayuntamiento de París intenta valorizar a los jóvenes artistas que practican el grafiti y otras artes urbanas en el distrito 13, libera constantemente su creatividad. Sus seres de papel tienen un lenguaje corporal muy pronunciado y nos arrastran sin dificultad a sus aventuras artísticas. Cada vez se encuentran en escenas absurdas y divertidas que se burlan de nuestra vida cotidiana tanto como la alegran. A través de la ilusión, Levalet nos hace deslizarnos en una realidad ficticia, una realidad que nos seduce.