Gilvan Bezerril

Paulo Gilvan Duarte Bezerril, autodidacta en pintura y música, comenzó su carrera artística en 1964. Su enfoque único implicó el uso de una técnica que él mismo inventó, usando pintura automotriz y acrílico sobre lámina de eucatex o, ocasionalmente, lámina de madera. El arte de Gilvan es característicamente ingenuo, rebosante de alegría, colores vibrantes y atmósferas tropicales. Evita fórmulas estereotipadas, retratando desde fiestas populares rurales hasta historietas que narran la vida de Lampião y Maria Bonita, la legendaria Robin Hood brasileña.

Gilván

(Gilván Duarte Bezerril)

1930 – Recife, PE

2012 – Río de Janeiro, RJ

La primera exposición individual de Gilvan tuvo lugar en 1972, cuando ya vivía en Río de Janeiro. Entre otras exposiciones, su obra se mostró en el Brazilian American Center de Washington (1973), en la Galeria Paulo Prado (1975) y en la Galeria Jacques Ardies (1981) de São Paulo; en Galeria Ipanema (1986) y Galeria Jean-Jacques (1981) en Río de Janeiro; en Natal, Campinas, ya partir de 1990, en el Museu Internacional de Arte Naïf de Rio de Janeiro (1990).

Fundador del célebre conjunto musical Trio Irakitan, parece como si Gilvan estuviera siempre de viaje. Pero al regresar a casa, lo asaltaba una compulsión obsesiva y tomaba sus pinceles para contar la historia del feroz Lampião y el fiel Padre Cícero, figuras legendarias del Nordeste brasileño. También disfrutaba representando las fiestas tradicionales de los pueblos nororientales, que en ocasiones realzaba con vagas referencias al Antiguo y Nuevo Testamento. Gilvan siempre cultivó su inmenso placer por la pintura, confiando en su instinto y produciendo obras encantadoras y llenas de humor. Incluso en lo que a técnica pictórica se refiere, se distingue por el uso de paneles a base de madera, cajas de madera o incluso tablones de madera que ensambla en biombos, enriqueciendo las texturas con pinturas al agua y esmaltes, además de la habitual pintura acrílica.

Sin una posición política abierta, el artista hace referencia a serios problemas sociales, sin perder nunca la actitud humorística que caracteriza su obra.